La pregunta no es si una persona es inteligente, sino en qué es inteligente
Tradicionalmente se ha considerado que las personas inteligentes son las que tienen buenos resultados académicos, por lo que la inteligencia es una sola y las personas o son inteligentes o no lo son. Siguiendo con esta manera de entenderla, esta se ha medido siempre a través de pruebas que evalúan el CI (cociente intelectual), centrándose en las capacidades lógico-matemáticas y en las lingüísticas.
En 1983 Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard y Premio Príncipe de Asturias 2011, publicó un trabajo que cambió el planteamiento clásico. Según esta teoría la inteligencia es “la capacidad de resolver problemas, y también la de generar y crear bienes que tienen valor en una o muchas culturas”. Este nuevo concepto de inteligencia hace referencia al conjunto de habilidades que tenemos las personas y que se pueden adquirir, desarrollar y mejorar con la práctica; por lo que se deja de lado la idea de que es algo genético que se tiene o no se tiene.
¿Cómo hizo Gardner para separar las diferentes inteligencias?
Para definir cada inteligencia estudió el desarrollo de las habilidades en los niños y también cómo se distinguían estas en casos de daño cerebral. Las distintas habilidades mentales, que componen la Teoría de las Inteligencias Múltiples, son ocho:
1.- Inteligencia lingüística:
Es la capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás, tanto de manera verbal como escrita y gestual. Las personas con esta inteligencia se relacionan muy bien con las palabras, la gramática, les gusta leer, escuchar historias y las memorizan rápidamente. Los profesionales que más destacan en este tipo de inteligencia son los políticos, los periodistas, los escritores,…
2.- Inteligencia lógico-matemática:
Tradicionalmente es la que se ha considerado como inteligencia en general. Está relacionada con las habilidades de razonamiento lógico, la resolución de problemas matemáticos y la capacidad de relacionar los principios de causa-efecto. Los científicos, matemáticos e ingenieros suelen tener alto nivel en este tipo de inteligencia.
3.- Inteligencia espacial:
Es la habilidad para observar desde diferentes perspectivas. Son las capacidades que nos permiten resolver puzzles, idear imágenes mentales, dibujar, conducir un vehículo y tener un sentido de la estética; son personas que visualizan proyectos con mayor facilidad que los demás. En este tipo de habilidades encontramos profesionales como los diseñadores, pintores, fotógrafos, arquitectos, creativos,…
4.- Inteligencia musical:
Tal y como el nombre indica es el proceso de elaboración y apreciación de la música. Las personas que la poseen tienen una habilidad especial para reconocer y diferenciar melodías. Evidentemente las que poseen un mayor grado en este tipo de inteligencia suelen ser los músicos.
5.- Inteligencia corporal:
Es la capacidad de conectar con el propio cuerpo y las diferentes maneras en las que se puede mover. Para mejorar en este tipo de inteligencia será necesario aumentar actividades en las que haya mucho movimiento, deporte y activación. Son las habilidades que tienen en mayor medida los bailarines, los actores, los deportistas y los cirujanos.
6.- Inteligencia intrapersonal:
Este tipo de inteligencia es la que nos ayuda a controlar y entender la parte interna de uno mismo y todo lo que ocurre en nuestra mente. Son capaces de acceder a los sentimientos y emociones con una mayor facilidad, conscientes de sus habilidades y carencias. Es muy utilizada en personas con mucha disciplina o que se dediquen a la meditación.
7.- Inteligencia interpersonal:
Dentro de este tipo de inteligencia está la capacidad de interpretar el sentido de cada discurso, de tener una buena relación con otras personas, la empatía… Son personas que disfrutan rodeándose de otras con las que tienen un objetivo en común, se enfocan en las interacciones y aprovechan los trabajos en equipo. Psicólogos, comerciales y profesores suelen tener un alto nivel de inteligencia interpersonal.
8.- Inteligencia naturalista:
Es la capacidad que nos permite detectar, diferenciar y clasificar todo lo relacionado con la naturaleza, como puede ser la clasificación de animales o plantas, el clima,… Este tipo de inteligencia se ha añadido a esta teoría con posterioridad. Gardner la consideró imprescindible puesto que es esencial para la supervivencia.
¿Quién es más inteligente Einstein o Cristiano Ronaldo?
Como hemos indicado hay múltiples tipos de inteligencia, por lo que cada persona es brillante en un campo diferente. Hay personas con un alto nivel de inteligencia matemática, pero incapaces de ser un buen deportista y, por el contrario, hay gente que tiene un alto control de su cuerpo y es bueno en las actividades deportivas, pero no en ejercicios matemáticos.
En nuestra sociedad, se dirigen todos los esfuerzos a desarrollar de manera exclusiva la inteligencia lógico matemática. Sin embargo, según Gardner, y como hemos podido ver, está claro que queda mucho por evolucionar en el enfoque de la educación para entender el resto de inteligencias. Lamentablemente tener altas capacidades espaciales, emocionales o ser muy bueno en las relaciones interpersonales es algo que no se trabaja de manera activa en la gran mayoría de planes de formación académica. Siguiendo con la teoría de Gardner la capacidad para desenvolverse de manera efectiva en la vida no depende de las calificaciones que aparecen en el expediente.
En el ámbito laboral esta teoría tiene mucho que aportar. La productividad es una de las mayores preocupaciones de las empresas. Para lograr esto es necesario que cada trabajador ocupe el puesto en el que mejor pueda explotar sus habilidades. Una forma realmente productiva para mejorar las empresas es aplicarlo desde el momento de la selección de personal, y posteriormente realizar reuniones de trabajo grupales en las que las inteligencias de cada persona se potenciarán unas a otras.
En definitiva, hasta hace poco se nacía o no inteligente, y esto no se podía cambiar. Sin embargo, con esta nueva visión las personas tenemos la capacidad de poder desarrollarnos, de poder mejorar en los diferentes ámbitos mediante la práctica y el esfuerzo.
Pilar Vicente
Psicóloga en formación en AFIP-Instituto Centta