El trabajo es una de las actividades sobre las que se han constituido las sociedades durante muchos años y principalmente hoy en día. Por esta razón se intenta velar por la salud, seguridad e higiene laboral.
Sin embargo, no basta sólo con propiciar trabajos que sean un aporte a la organización y a la sociedad en general, sino que la realización del mismo no suponga un perjuicio para la salud, tanto a nivel físico como a un nivel psicológico de los trabajadores.
Aunque se haya logrado reducir ciertos riesgos con respecto a la seguridad física de las personas, desgraciadamente han ido en aumento los riesgos psicosociales relacionados con el puesto de trabajo. Estos factores son definidos por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), como “aquellas condiciones que se encuentran presentes es una situación laboral y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que tienen capacidad para afectar tanto al bienestar o a la salud física (física, psíquica o social) del trabajador como al desarrollo del trabajo.”
Lamentablemente, hoy en día podemos notar como muchas personas se encuentran “sobrepasadas” o agobiadas excesivamente por su trabajo. Esta situación afecta su rendimiento laboral, su salud mental y física. Uno de los principales problemas en la salud mental de los profesionales es lo que se conoce como el Síndrome de Burnout o Síndrome del Quemado.
¿Qué es el Síndrome de Burnout?
Un médico psiquiatra llamado Herbert Freuden-berger que trabajaba como asistente voluntario en una clínica de Nueva York para toxicómanos, observó que, al cabo de un largo período de tiempo, la mayoría de los empleados en el centro sufrían una progresiva pérdida de energía, desmotivación y falta de todo interés por el trabajo hasta llegar al agotamiento, junto con varios síntomas de ansiedad y de depresión.
El Burnout puede entenderse principalmente como una forma de fatiga extrema o agotamiento de los recursos energéticos del individuo, que resulta de un afrontamiento inefectivo de un estrés laboral sostenido, y que no desaparece con los períodos habituales de reposo.
El Burnout afecta frecuentemente a sujetos que trabajan ateniendo a otras personas y suele manifestar tres síntomas principales:
- Agotamiento o cansancio emocional: cansancio y fatiga que puede manifestarse física y/o psíquicamente, junto con una sensación descrita como “no poder dar más de sí mismo” en el ámbito laboral.
- Despersonalización: desarrollo de sentimientos, actitudes y respuestas negativas, distantes y frías hacia otras personas, especialmente hacia los beneficiarios del propio trabajo.
- Baja realización personal o logro: se caracteriza por una desilusión para dar sentido a la propia vida y hacia los logros personales con sentimiento de fracaso y baja autoestima.
Los factores de estrés laboral desencadenantes del Burnout pueden ser de dos tipos:
- Tipo individual e interpersonal, por ejemplo, tener un alto deseo y necesidad de control, poca tolerancia a la frustración.
- Tipo organizacionales, es decir, relacionados con la organización y gerencia de la empresa.
Todo esto tendrá consecuencias nocivas para el sujeto en forma de problemas psicológicos o de salud física, y para la organización o empresa, en forma de elevada accidentabilidad, absentismo o deterioro del rendimiento.
Condiciones y características del Síndrome de Burnout
Una de las principales condiciones que presenta el síndrome es una reacción emocionalmente negativa activada en las personas, en respuesta a dificultades encontradas dentro del lugar de trabajo. Por ejemplo:
- Falta de organización en la empresa.
- Sobrecarga de tareas.
- Poca claridad en cuanto a la funciones del puesto de trabajo.
- Problemas interpersonales con los compañeros de trabajo, entre otros problemas que se pueden encontrar en el lugar de trabajo.
Si además esto se mezcla con un incremento en hábitos dañinos para la salud, como lo pueden ser el comer a deshoras, fumar tabaco, el consumo de alcohol o estupefacientes, eleva las posibilidades de desarrollar los síntomas de Burnout.
Existe evidencia que sugiere que las personas que presentan una visión más positiva hacia el trabajo que realizan tienen una probabilidad más baja de padecer el síndrome de Burnout, mientras que los trabajadores que consideran su trabajo como una actividad pesada que deben realizar exhiben un mayor riesgo de presentar el Síndrome.
De todo esto surge la necesidad de prestar atención a estos procesos, al igual que las diversas empresas y organizaciones deben hacer hincapié sobre las necesidades de calidad de vida laboral que ofrecen a sus empleados. De la misma manera, cada persona debería estar atenta a cualquier signo o síntoma que pueda estar experimentado en relación a su trabajo para poder pedir ayuda a tiempo y evitar una consecuencia más grave para sí misma.
Daniela Adarme
Psicóloga en formación en AFIP-Instituto Centta